Efimeroteca
Archivo de la categoría 'Cine'
Lo admito soy un fiel entusiasta del cine 3D. Desde que estoy en Barcelona me he visto prácticamente toda la cartelera del IMAX. Películas que eran meras demostraciones del futuro inminente.
He ido recientemente al estreno de “UP”, la última película de Pixar en 3D. Me encantó, pero me encantó aún más al estar realzada por las tres dimensiones y poder apreciar los volúmenes de las escenas.
Me pareció curioso que “regalasen” las gafas polarizadas con el precio de la entrada, por lo que tengo un par en mi casa. Y aquí es dónde mi mente inquieta empezó a investigar y a curiosear. Porque como un niño grande: ¡quiero esto en mi casa!
Aviso que el proyecto de momento está en fase de prototipo, por lo que no tengo fotografías del montaje final. Pero todo llegará.
Me han engañado y sigo sin querer acostumbrarme.
Siento de nuevo como, a pesar de ser un mamífero con el telencéfalo altamente desarrollado, el pulgar oponible, al que no le gustan los tomates, no come cerdo, odia los perfumes y que conoce de primera mano la manipulación de la publicidad. He vuelto a picar.
160 minutos insufribles: una línea monótona y aburrida que exaspera cuando sólo llevas 30 minutos de película y que se mantiene en todo el metraje.
Aunque la verdad, no tengo la intención de machacar la película. Este artículo no pretende demostrar cómo hacerle la zancadilla a un ciego.
Mi crítica va por otro lado, es más oscura y terrorífica y muestra una realidad que se ha pasado por alto. Dónde la culpa no es de unos pocos, sino de muchos, y quizás, todos tengamos un boleto. Yo también.
Me ha encantado este cortometraje de Jorge Furtado de 1989. Tiene un aire muy retro, pero a la vez, con un ritmo frenético que lo hace muy actual, con influencias palpables del estilo de animación de los genuínos Monty Python. Lo más interesante es el conjunto de silogismos, que te lleva de un razonamiento a otro, acabando con una lapidaria conclusión sobre la libertad humana. Uno de los principales dilemas aún sin resolver desde el clasicismo griego.
Viéndolo me he dado cuenta que soy un mamífero con el telencéfalo altamente desarrollado, el pulgar oponible, al que no le gustan los tomates, no come cerdo y odia los perfumes. A pesar de todo, tampoco tengo mucho dinero con el que hacer lucro.
La razón teórica no puede demostrar la existencia de la libertad pues sólo es capaz de alcanzar el mundo de los fenómenos, mundo en el que todo está sometido a la ley de causalidad, y por lo tanto en el que todo ocurre por necesidad natural. (Kant)
Àlex Pastor plantea la paradoja del sentido de nuestra vida con este potente corto. Vivir una vida al revés, es el sustrato del que se enriquece el argumento: la dirección del flujo del tiempo.
El mensaje de “La ruta natural”, es que nuestra vida no difiere según el sentido del tiempo. Nos movemos irremediablemente hacia el futuro y aceptamos dicha condición como irreversible. Generamos basura, usamos nuestro dinero para obtener cosas, y con el paso de los años acaberemos en algún pequeño apartamento de madera. En un mundo al revés, las emociones y los sentimientos son los mismos aunque en situaciones complementarias respecto a nuestro tiempo. Nuestro nacimiento y nuestra muerte, resultan ser extremos unidos en una misma cuerda. Siempre he pensado que después de la muerte, eres lo mismo que antes de nacer.
Por este motivo, el título de la obra, es un palíndromo (se puede leer la misma frase hacia adelante que hacia atrás). Define con precisión el argumento de la película, un detalle que he encontrado excepcional.
Pero… ¿Se puede plantear el tiempo en sentido inverso?