Efimeroteca
En la primera parte del artículo definí mi punto de vista sobre el Apocalipsis desligándolo del ombliguismo humano y entré en el polémico debate de la vida en otras partes del universo. Respecto a esto último, no sabemos ni podemos asegurar al 100% que la vida exista fuera de nuestro planeta, aunque como señalé, las evidencias apuntan hacia esa dirección.
Si la vida se desarrolla en otras partes, el hecho de que desaparezcamos o no, cobra cierto relativismo. No es tan imporante como el hecho de una exterminación universal desde el punto de vista comoslógico.
Pero ya que de momento toda la vida que conocemos en el Universo está en nuestro planeta, ¿cuáles son las principales amenazas?.
El Apocalipsis hace referencia a un pasaje de la Biblia en la que se relata el fin del mundo y la humanidad. Desde mi punto de vista, que el hombre desaparezca o no, resulta irrelevante. Si tomamos la vida como un tren que realiza un largo viaje, nosotros sólo somos unos pasajeros que nos hemos apeado en la anterior estación y que compartimos junto a otras millones de especies el mismo trayecto. En algún momento nos tocará bajarnos de este tren al igual que lo hicieron otros animales y vegetales en la antigüedad. Tarde o temprano otra especie nos reemplazará.
Por eso lo que realmente me preocupa es que la vida, toda la vida, se extermine definitivamente. Esto es el auténtico Apocalipsis.