Efimeroteca

El blog impersonal de Edgar Seoane
04 9th, 2008


Me ha encantado este cortometraje de Jorge Furtado de 1989. Tiene un aire muy retro, pero a la vez, con un ritmo frenético que lo hace muy actual, con influencias palpables del estilo de animación de los genuínos Monty Python. Lo más interesante es el conjunto de silogismos, que te lleva de un razonamiento a otro, acabando con una lapidaria conclusión sobre la libertad humana. Uno de los principales dilemas aún sin resolver desde el clasicismo griego.


Viéndolo me he dado cuenta que soy un mamífero con el telencéfalo altamente desarrollado, el pulgar oponible, al que no le gustan los tomates, no come cerdo y odia los perfumes. A pesar de todo, tampoco tengo mucho dinero con el que hacer lucro.

La razón teórica no puede demostrar la existencia de la libertad pues sólo es capaz de alcanzar el mundo de los fenómenos, mundo en el que todo está sometido a la ley de causalidad, y por lo tanto en el que todo ocurre por necesidad natural. (Kant)




Cuando Neil Amstrong pisó, con la inestimable colaboración de Kubrick, la Luna en 1969, la aventura del programa espacial se paralizó. La empresa de enviar un hombre a la Luna ya tenía ganador. Es evidente que ayudó mucho el que Kubrick fuese americano.


Desde entonces, el presupuesto dedicado para la investigación espacial, se fue reduciendo paulatinamente al ritmo que la NASA cerraba sus futuros proyectos. La figura de Marte, se convirtió en el protagonista principal del espejismo americano. No hacía falta alcanzarlo, la guerra había terminado. A pesar de todos los avances tecnológicos actuales, Marte, sigue siendo un auténtico amasijo de problemas que abarcan desde lo matemático hasta lo sicológico: durante la travesía de tres años podrían surgir duras disputas y diferencias entre el personal, a raíz de la convivencia, poniendo en serio peligro la ejecución de la misión.

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